¿Por qué mi perro solo obedece a veces?

Muchas de las llamadas que recibimos los profesionales en comportamiento canino son de personas que buscan mejorar la obediencia de su compañero peludo; “en casa me obedece pero en la calle no” es uno de los comentarios más habituales.

A la hora de analizar el caso se tienen en cuenta tanto el entorno del animal como su respuesta a distintos estímulos, genética y personalidad, ya que cada individuo tiene un carácter y un nivel de comprensión distinto.

Todos conoceréis el caso de algún perro que, incluso en condiciones desfavorables (mala condición higiénico-sanitaria, en situación de abandono, maltrato, hambre, frío, privación de libertad…), ha sido capaz de llevar a cabo alguna hazaña heroica como rescate o protección de personas u otros animales, …)  o ha aprendido  sin que, supuestamente, ningún humano le hubiese enseñado (a cruzar la calle en la ciudad, a volver a casa cuando se pierde, a no meterse en peleas, a caminar a nuestro lado…).

Puede que alguna de las preguntas que os venga a la cabeza al conocer alguno de esos casos sea: y ¿por qué yo no consigo siquiera que mi perro venga cuando le llamo? O ¿por qué educándolos igual unos perros no tienen problemas y otros sí?

Son varios los factores a analizar para llegar a la respuesta de estas preguntas, a grandes rasgos, los principales factores son los siguientes:

  • Vínculo humano- animal deficiente. Al mejorar este vínculo mejora la respuesta de nuestro compañero, ya que se siente más comprendido y confía más en nosotros.
  • Escasa socialización. No sabe comunicarse adecuadamente con otros individuos o percibe el entorno como amenazante; un perro en estado de alerta no será capaz de prestarnos atención
  • Retirada precoz de la madre.
  • Personalidad del perro (“perronalidad”)
  • Instinto y genética
  • Tipo de educación que ha recibido
  • Capacidad de liderazgo de los responsables del cuidado del animal; nos volvemos más interesantes para el animal cuando proponemos actividades divertidas que le motivan, sabemos solventar los inconvenientes que van surgiendo y le aportamos seguridad.
  • Estado emocional de los guías. Los perros perciben nuestra inseguridad, miedo y estrés, pudiendo hacerles reaccionar de forma distinta ante estímulos similares.
  • Motivación del perro.
  • Ansiedad, estrés
  • No tener cubiertas sus necesidades básicas.
  • Problemas de salud, dolor, traumas

Muchos de estos factores están relacionados entre sí por lo que resulta complicado mencionarlos como factores aislados, ya que no lo son.

Sin llegar al dominio de los factores anteriores y solo conociendo la reacción de nuestro compañero de 4 patas ante distintos estímulos mediante la observación, ya tenemos mucho camino hecho, ya que, precisamente, mediante la observación podemos llegar a la comprensión, primer paso para una buena comunicación.



Inicio

facebook

Contacto

Deja una respuesta