Mi perro orina en casa

A la hora de enfrentarnos a este problema debemos tener en cuenta varios factores para descubrir por qué nuestro compañero lleva a cabo esta conducta.

Los perros, al igual que los gatos, son animales limpios y no suele gustarles hacer sus necesidades cerca del lugar en el que descansan y comen, la edad a la que empiezan a controlar la orina puede variar de un cachorro a otro, en torno a los 4-5 meses deberían aguantar varias horas seguidas.

 

 

Lo primero que debemos hacer es cerciorarnos de que el perro no tenga ningún problema de salud, consulta a tu veterinario si el perro bebe demasiada agua o notas algún síntoma que pueda estar relacionado.

Descartados problemas médicos debemos centrarnos en problemas conductuales y el estado psíquico del perro, a continuación cito algunas de las posibles causas, aunque lo más conveniente sería acudir a un profesional de la educación canina.

 

 

  • Enfermedades y/u otras patologías que hacen al perro beber más agua de la normal como polidipsia, diabetes mellitas, intoxicaciones, infecciones sistemáticas como piometra en hembras, problemas de próstata en machos, fallo renal, síndrome de cushing o hiperadrenocorticismo, hipercalcemia, alteración hepática, , TOC, diarrea, ataques epilépticos u otras alteraciones en la liberación de la hormona antiurética.
  • Altos niveles de estrés o ansiedad. Los animales estresados pueden orinar y defecar más veces de lo normal, habría que identificar las causas de dicho estrés y bajar los niveles al mínimo.
  • Traumas o shocks. Hay perros que tras un trauma, como puede ser abandono, malos tratos, cambio de domicilio u otros cambios bruscos, ruidos fuertes como voladores, pueden llevar a cabo esta conducta hasta que consigan estabilizarse.
  • Salidas insuficientes. Quizás no consiguen aguantar tanto tiempo como esperamos sin salir a la calle o las salidas son demasiado cortas.
  • Por costumbre. Se acostumbran a hacerlo en casa tras un periodo crítico, bien sea por enfermedad, salidas insuficientes, trauma, estrés o en etapa de cachorro, al permanecer el olor mantienen la conducta.

 

  • Problemas de comunicación. Quizás el perro no entiende lo que queremos de él, lo que está bien o mal porque emitimos señales confusas o incoherentes para él, eso le lleva a la frustración, a la desobediencia y al empeoramiento del vínculo que tenemos con él, esto es habitual cuando somos demasiado estrictos con el perro y reaccionamos con riñas y castigos ante conductas indeseadas.

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